Verdi

 Giuseppe Verdi (Roncole, 10 de octubre de 1813 - Milán, 27 de enero de 1901), compositor italiano. Figura indiscutible de la ópera, es autor de algunos de los títulos más populares del repertorio actual, como Rigoletto, La Traviata, Il Trovatore, Aida u Otello. Durante más de 50 años se dedicó a componer óperas. Por ello, en sus obras se distingue una evolución desde sus inicios en el bel canto hasta sus obras románticas que desencadenaron cada vez más en una búsqueda de realismo y de estudio psicológico de los protagonistas. Verdi destaca, entre otras cosas, por dotar de gran protagonismo al coro así como a las voces de bajo, barítono y soprano de coloratura.

Su primer éxito, Nabuccodonosor (1842), en el que narra el devenir de la nación hebrea se relacionó inmediatamente con la situación política que se vivía en
Italia
. Sus óperas servían para exaltar el carácter nacionalista del pueblo italiano. De hecho, el lema “Viva Verdi” era utilizado para referirse a “Viva Vittorio Emanuel Re D’Italia”.

Tras unos años de penurias en los que se vio obligado a atender a los caprichos de los empresarios y los cantantes y luchar contra la censura, consiguió imponer un estilo más personal gracias a los éxitos que iban consiguiendo sus óperas. Los personajes adquieren un cariz más realista. Los personajes buenos tienen su parte mala y al revés. Así, Rigoletto es un jorobado, carente de virtudes, que no pertenece a la nobleza, pero que acaba ganándose el cariño del público por su humanidad. Algo similar ocurre en Il trovatore  o en La traviata.

Muchos consideran que la madurez del compositor se percibe en las obras que siguen a este periodo. Por ejemplo, Don Carlo, compuesta para la Gran Ópera de París; Aida, compuesta para la Ópera del Cairo; Otello o Falstaff, estas dos últimas con libreto de Arrigo Boito basado en textos de Shakespeare. Algunas de estas obras no son bien recibidas por el público o los críticos, que las calificaron de demasiado wagnerianas, crítica que el autor siempre rechaza.

En sus últimos años, Verdi compone algunas obras no operísticas. A pesar de no ser particularmente religioso, compuso obras litúrgicas, como la misa de Réquiem y el Te Deum. También compuso el Himno de las naciones, que incluye las melodías de los himnos italiano, francés e inglés.